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Paul Shonk

Paul Shonk se graduó de la Ohio Dominican University con una licenciatura en Literatura Inglesa y obtuvo su Doctorado de Jurisprudencia , cum laude, de la escuela de leyes Ave Maria en la ciudad de Ann Arbor, Michigan. Durante la escuela de derecho, él trabajó para un bufete de abogados en su ciudad natal de Lancaster, Ohio. Después de pasar el examen de abogados de Ohio, Paul decidió que era el momento de ampliar su experiencia, y se mudó en 2004 a la ciudad de Nueva York.

En Nueva York, Paul servía la comunidad inmigrante trabajando para la Diócesis Católica Romana de Brooklyn.  Allí, abogaba a favor de inmigrantes de diferentes orígenes, culturas y credos. Paul manejó una gran variedad de temas de inmigración, incluyendo aplicaciones al Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS) y  defensa contra deportación ante la Oficina Ejecutiva de Revisión de Inmigración (EOIR). Logró obtener estatus legal para muchos inmigrantes durante ese tiempo, pero los casos que le dieron mayor satisfacción fueron cuando logró obtener residencia permanente para víctimas de violencia doméstica y cuando ganó  casos difíciles de asilo político.

En 2008, Paul fue nombrado supervisor del departamento de inmigración de la Diócesis de Brooklyn, y siguió en ese puesto hasta trasladarse al área de Cincinnati, Ohio en 2011.  En Cincinnati, Paul comenzó a trabajar con el bufete de McKinney & Namei donde amplió sus experiencias, trabajando en asuntos de casos familiares, testamentos, lesiones personales y defensa penal, mientras seguía su pasión defendiendo a inmigrantes.

En 2017, Paul encontró su hogar profesional con la firma de Rodríguez y Porter donde ha enfrentado y campeonado casos aún más complicados.  En Rodríguez y Porter ha obtenido protección de VAWA (Acta de Violencia Contra las Mujeres) para mujeres que han sido abusado físicamente o psicológicamente por parientes americanos.  Ha ganado el asilo político y retención de deportación para refugiados buscando Asilo Político. Ha demandado exitosamente al gobierno de los EE. UU. (departamento de USCIS), obligándoles que cumplan con las leyes de inmigración y ha argumentado múltiples casos con El Tribunal de Apelaciones Migratorias (BIA) y el Sexto Circuito de Ohio.

Paul está muy contento de formar parte del bufete de Rodríguez & Porter donde él y sus colegas tenazmente y apasionadamnente persiguen los derechos para gente buscando una mejor vida en los EE. UU. Él es un miembro de la Asociación de Abogados del Estado de Ohio y un miembro fiel de Santa Gertrudis Iglesia Católica. Él y su esposa, Cristina, tienen cuatro hijos, dos varones y dos niñas. En su tiempo libre le gusta tocar el piano.